Casa-Museo Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno llegó a Fuerteventura en marzo de 1924 desterrado por la dictadura de Primo de Rivera. Permaneció cinco meses que le sirvieron para redescubrir una isla y escribir algunos de los mejores sonetos que se han escrito sobre este lugar.
La Casa Museo Miguel de Unamuno en pleno centro del antiguo Puerto de Cabras recuerda el paso del insigne escritor por Fuerteventura. Una vivienda del siglo XIX que, en otros tiempos, sirvió de pensión bajo el nombre de Hotel Fuerteventura y cuya primera propietaria fue Juana Ocampo y Manrique, vecina de Tetir. Desde ahí, llegaron algunos de los primeros colonos de Puerto de Cabras movidos por el auge del comercio de la barrilla y algunos europeos como Diego Miller al que se le debe el primer trazado urbano de la ciudad.
La edificación recrea una vivienda de los años veinte del pasado siglo, una casa similar a la que habitó Unamuno entre marzo y julio de 1924. Mobiliario de época como la mesa de trabajo que le cedió su amigo majorero Ramón Castañeyra Schamann y en la que pudo escribir algunos sonetos de su diario del destierro De Fuerteventura a París o una mecedora en la que se sentaba para leer la prensa que, con días de retraso, llegaba a Fuerteventura y por la que seguía la situación política en la que se encontraba la Península en esos momentos.
Un recorrido por la casa permite impregnarse de olores a la madera de la época, espacios con grandes cortinajes que recuerdan las viviendas burguesas del pasado siglo o ver aparatos como una máquina de escribir o un fonógrafo que en esos momentos sólo estaban al alcance de unas pocas familias majoreras.
Pero recorrer el Museo Miguel de Unamuno también permite acercarse a su obra, una copiosa producción impregnada de todo aquello que cautivó al filósofo: la singularidad del majorero, el mar y la aridez del paisaje. Unas impresiones y experiencias que cambiaron a Unamuno y a toda su obra literaria posterior:
XVI
Ruina de volcán esta montaña
por la sed descarnada y tan desnuda
que la desolación contempla muda
de esta isla sufrida y ermitaña
La mar piadosa con su espuma baña
con cuatro patas colosal araña
camella rumia allí la aulaga ruda,
con cuatro patas colosal araña.
Pellas de gofio, pan en esqueleto,
forma a estos hombres-lo demás conduto-
y en este suelo de escorial, escueto,
arraigado en las piedras, gris y enjuto,
como pasó el abuelo pasa el nieto
sin hojas, dando sólo flor y fruto.
En las paredes del museo cuelgan fotografías en las que se ve al literato recorriendo el paisaje majorero a lomos de un camello, conversando con el párroco del momento, Víctor San Martín, o rodeado de amigos delante de la casa de los Castañeyra. Sin olvidar las cartas que desde París, lugar al que marchó tras abandonar Fuerteventura, mandaba a su buen amigo Ramón Castañeyra.
Y es que visitar la Casa Museo Miguel de Unamuno es descubrir la figura de un escritor que dio a conocer Fuerteventura al mundo y a la que él bautizó, copiando la idea quijotesca, como su peculiar Barataria.
Horario : De lunes a viernes de 09.00 hasta 14.00 horas.
Casa Museo Miguel Unamuno : 928.86.23.76
Oficina de museos : 928.85.89.98 / 928.85.28.89 / [email protected]